Fauna Nacional I: los pijillos
Me encanta la personalidad que tenemos todos últimamente.
Porque no deja de ser paradójico.
Resulta que vivimos en una especie de Era-de-la-expresión-individual. Esto se nota mucho en internet (blogs, tuenti, fotolog) y en la tele, pero sobre todo (y es donde más gracioso es), en las pintas.
Y dónde está lo paradójico? pues en que ahora lo que es más cool es ser diferente. Pero claro, el problema es que hay un número bastante limitado de pintas diferentes.
Hoy empezaré con los pijillos.
Resumiendo, puedes ir de:
- Pijillo: ya sabemos todos lo que es. Pelito precioso, preferiblemente tapándote toda la frente y la mitad de la cara, polo Y camisa, o polo Y camiseta, preferiblemente todo ello Fumarel, Lacoste, Polo o Tommy. Pantaloncito elegante, con cinturón carísimo y zapatitos divinos. (Aplicable al género masculino y femenino).
- Pijillo alternativo: misma pinta, en general, quizá rebajando algo las exigencias de marcas (quedándose con Emidio Tucci, p.e.) o lo que es peor, con marcas que son "como de alternativillos" pero igual o más caras que las de pijillos: Gant, RAMS23 y otras mierdas. Y por supuesto, no hay nada MÁS ELEGANTE, PONIBLE, ARREGLADO Y GUAY-DE-LA-VIDA que unas preciosas Converse. Divinas. Da igual que lleven dibujitos de conejitos rosas, que tú te crees muy macho y elegante (PORQUE SON CONVERSE, EH? VALE?). Además son muy muy ponibles: combinan con chándal, pantalón de vestir, o incluso con traje (olé, traje negro y converse rojas, precioso), y quedan fenomenal con todo. Luego están los complementos, como las palestinas, que resulta que ahora son de "pijo". Claro que sí. Patada a la historia.
Y a lo que iba: hay un número limitado de formas de ser único y diferente, y demasiada gente que se cree guay, con lo que, al final, todos esos diferentes son como un ejército de clones que se creen lo más de lo más por ir como van.
A mí me dan una penita...
Ah, no, espera.
Lo que me dan es asco.
1 comentario
El alcalde de Albuquerque -
Pero debo hacer una apreciación: caminaba el otro día por mi bienamado Albuquerque cuando me encontré con una alternativilla-pijilla. Llevaba la moza un vestido de tirantes negro divino total de la muerte, colocado sobre unas CADERACAS que no pasarían ni por la Puerta de Alcalá, y con unas DIVINAS vans de cuadros blancos y negros. Como complementos, muy destacable el LAZO ROJO en el pelo y el maxibolso de PUKKA.
En fin, un cuadro. Menos mal que en Albuquerque todavía tenemos valores y la pudimos colgar del altar mayor de la catedral...